Hoy hace 10 años y aún me acuerdo como si fuera hoy. El 7 de noviembre de 2001 el Marino jugó el partido más importante de su larga historia, un partido oficial de treintaidosavos de final de Copa del Rey contra el Deportivo de La Coruña.
En aquellas fechas yo estaba trabajando en la acería de Tabaza. A primera hora, antes de repartir los trabajos, el encargado me dijo que tenía que quedarme a trabajar por la tarde, a no ser que tuviera entrada para el partido. Una pequeña broma, él, portero del Marino en su juventud, también iba a ir. El tiempo pasaba lento y al final llegó la hora de salir.
Llegué a casa, comí algo y llamé a mis amigos, que ya andaban tomando algo por ahí. Aquel era un día de fiesta en el pueblo y había mucho ambiente. Nos juntamos y empezamos los cánticos, las cervezas. Recorrimos el pueblo hasta que encontramos a un par de Riazor Blues. Uno, al vernos, nos pegó un grito y nos “insultó”. Salimos corriendo y, mientras el tío permanecía quieto, su compañero salió corriendo. Al llegar a la altura del que gritó lo abrazamos. Era Suso, el primo de Julas. El que salió corriendo se paró y volvió poco a poco, como desconfiando. Seguimos el recorrido hasta el Rincón del Parque. Estábamos fuera hablando cuando casi perdemos a uno de los miembros de la expedición. Casualmente cayó una parte de la cornisa del edificio que no alcanzó a Patiko por muy poca distancia
Fuimos subiendo hacia el campo con tiempo, se decía que se abrirían las puertas a las 7, pero bastante antes las inmediaciones de Miramar estaban atestadas de gente, así que abrieron.
El ambiente era espectacular una hora antes del partido, más de 5000 personas animando al Marinín. Mientras, aprovechando que los del Depor estaban inspeccionando el campo cantábamos cosas como “Djalminha es un borracho” o “Donato danos fuerza, fuerza pa vivir”, siendo “saludados” por los jugadores rivales.
El Marino era el equipo revelación de 2ªB, un recién ascendido que era líder y que no había perdido ningún partido. El Deportivo también era líder, pero de 1ª División. 50 millones de presupuesto contra 12000. Amateurs contra superprofesionales. Aún así, el entrenador rival, Jabo Irureta se había quejado del sistema copero, decía que era injusto tener que jugar a partido único en casa del equipo de inferior categoría. Lo único que esperábamos nosotros era que no nos metieran muchos.
El partido comenzó bien, tan bien que el equipo de 1ª parecía el de la camiseta azul y el de 2ªB el que jugaba de rojo. Y a los 13 minutos Mario lanzó una falta y Ramón remató de cabeza al fondo de la portería. El delirio en Miramar, gritos saltos, abrazos… No nos lo creíamos. Lo mejor de todo era que tras el gol el partido seguía igual, tanto que Irureta, que había reservado titulares, puso a calentar a su estrella Diego Tristán. Mientras, el grito que se escuchaba era “Irureta, haz la voltereta”
Pero la alegría no podía durar. En el minuto 25 Turienzo Álvarez pitó una discutible falta de Luis y le sacó tarjeta. Era la 2ª. Turienzo sabía lo que hacía. Tras la expulsión y las protestas, se dirigió al banquillo y expulsó a Alejandro. La tarjeta le impedía jugar el siguiente partido en Barakaldo. Turienzo, del colegio castellano- leonés, es natural de Barakaldo. Así que aparte de echar una mano al líder de 1ª se la echaba al equipo de su pueblo.
Tras la expulsión de Luis todo fue fácil para el Deportivo. Empate de César en el 36, gol de Pandiani en posición dudosa en el 40 y el 3º de Víctor en el 43. Y en la 2ª parte otro de Pandiani en el 54 puso el 1-4 final. Aún así, el ambiente seguía siendo de fiesta y a punto estuvimos de marcar alguno para maquillar el resultado.
Anécdotas hay muchas y alguno que lea esto seguro que se acuerda de algunas. Yo siempre me acordaré de la peluca que llevaba Ovidio y los gritos de Mario a Capdevila, ese momento con Miramar callado en el que se escuchó “Capdevila, cáncer, que bajaste al Atleti”
Los héroes de aquel día fueron: Edu Morán, Luis, Javi, José Alberto, Álvaro López, Mario, Cabal, Ramón, Hugo Fuentes, Sergio Villanueva y Pipi. También jugaron Fermín, Borja Secades y Jorge
La temporada siguió, perdimos el liderato y al final de una gran temporada en la que la tónica habitual fue el buen juego del equipo y las decisiones erróneas de los árbitros contra los grandes de la categoría quedamos quintos, tras Pontevedra, Leonesa, Compostela y Barakaldo. Curiosamente nosotros estamos en 2ªB y esos “grandes” están en 3ª (y el Compostela ni se sabe)
Por su parte, el Deportivo siguió pasando rondas, Irureta quejándose de todo. Incluso pasaron una eliminatoria porque se negaron a jugar contra L’Hospitalet en césped artificial, la Federación obligó a jugar en hierba natural y los catalanes no se presentaron. Al final llegó a la final lo que llevó a decir a Ochoa que teníamos que ser nosotros los que jugásemos la final. “Imagínate a todo Luanco en el tercer anfiteatro del Bernabeu” decía.
Fue la famosa final del Centenariazo. Habríamos ganado la Copa y habríamos jugado la UEFA… Ahora el Dépor está en 2ª. Todos los equipos que nos superaron esa temporada están en una categoría más baja 10 años después. Cuatro de ellos descendieron la temporada pasada. ¿Casualidad o maldición?
Por cierto, en verano de 2002 nos enfrentamos por 2ª vez al Deportivo, un amistoso en Luarca. Nos ganaron 8-1
