Pues se acabó la semana laboral. Tras una larga espera hoy ha sido el último día de trabajo del año, a partir de ahora a disfrutar mis merecidas vacaciones hasta que me reincorpore el 10 de enero. Diferentes planes a partir de ahora, lo primero unos días a Cáceres, otros a casa de mi hermana y el fin de semana que viene a Madrid a disfrutar del fin de semana con amigos. A ver si esta vez se cumple lo que dejé pendiente cuando fui en mayo y es que en dos días no se puede hacer tanto como quería hacer.
Luego no hay demasiados planes, aprovecharé para descansar hasta el cumpleaños de Rebeca y la Nochebuena y Navidad y tras ello llega la fecha clave del 30 de diciembre: concierto de MAREA en el Palacio de los Deportes de Madrid con Eneko, que el 31 me acompañará en el viaje hasta Luanco para pasar la Nochevieja. Parece que el 3 puede haber una pequeña reunión organizada por Leti y después de eso regresaré a Sanci con la reforma de la casa ya terminada y aprovecharé los últimos días para organizar un poco todo.
Pero lo primero que hay que hacer es terminar de curar el catarrazo que tengo y que ayer me dejó tirado en la cama después de currar, con 38 de fiebre y el tener que levantarme a las 4 de la mañana para cambiarme de pijama y de cama, que no era plan de cambiar las sábanas a esa hora.
Y aunque falten 7 meses, gracias a Eneko ya tengo las entradas para los conciertos de Bruce en Donostia y Madrid. Kekín, yes un grande.
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