viernes, 22 de febrero de 2008

Mentiras

Lo reconozco. Te mentí, te miento y te seguiré mintiendo. La verdad, no sé cómo comenzó ésto, pero ya me cansa. Dices que estás enamorada, pero yo sé que no es de mí, sino de un personaje inventado por tí al que, eso sí es cierto, yo di pie. No soy como quieres creer que soy, ni hago lo que tú quieres creer que hago, ni mi vida es tan apasionante como quieres creer que es. Te has inventado una película sobre tu hombre ideal y ese hombre no puede estar más lejos de lo que yo soy. Lo mejor de la situación son esos momentos geniales en los que estamos solos y, como soy egoísta (como casi todos los tíos, en eso coincido con el personaje) no voy a ser yo el que dé el paso para perderlos. Así que ya sabes, desengáñate y toma la determinación de romper con todo, reconocer quién y cómo soy e intentar no convertirme en lo que no soy. Dudo que leas ésto, pero no me importa, por un lado o por otro te enterarás...