Llegó, puso mi vida patas arriba y se quedó a mi lado para ayudarme a reordenarla. Y después...
Aún seguimos instalados en el después.
Llegó, puso mi vida patas arriba y se quedó a mi lado para ayudarme a reordenarla. Y después...
Aún seguimos instalados en el después.
Me empieza a preocupar la cantidad de gente que se cree con derecho a decirte qué tienes que decir y escribir cuando dices o escribes algo contrario a lo que ellos piensan.
Son esos mismos a los que se les llena la boca de democracia y libertad de expresión y piden respeto a su pensamiento cuando intentas debatir con ellos sobre cualquier tema.
Sí, me preocupan y me empiezan a cansar ese tipo de actitudes. Igual es que me hago mayor y se me empieza a agotar la paciencia.