lunes, 28 de enero de 2013

Jugando a ser Rob Fleming

Buscar una canción determinada en el caos organizado que es mi discoteca a veces es difícil pero al final siempre lo consigo. Y esta vez la canción que buscaba estaba en un CD de aquellos que te grababa de vez en cuando jugando a ser Rob Fleming. Siempre una copia de la selección que hacía para ti y otra para mí. Siempre variando el estilo y pensando en lo que te podía gustar.

Escucho la canción dos veces y al final escucho el CD entero. Y me doy cuenta que ese CD no era uno cualquiera, sino que, en su conjunto, era toda una declaración de amor...

Aunque estoy seguro que, conociéndote, ni te diste cuenta. O sí o hiciste, pero te seguiste riendo de mí.

lunes, 21 de enero de 2013

Mala persona

A veces me sorprendo pensando en que desearía que sonase el teléfono y que me dijesen que has muerto. Me sorprendo porque no es eso lo que quiero para ti. Simplemente quiero que vivas lo suficiente para que el dolor que infligiste te vuelva multiplicado por diez. Quiero que sufras cada segundo de lo que te queda de vida. Quiero que te revuelques en tu propia miseria y que, al final de tu vida, te arrastres pidiendo perdón. Perdón que por mi parte no será concedido.

Sí, eso es lo que quiero. Y no creo que por ello sea una mala persona.

martes, 15 de enero de 2013

A veces me pregunto...



A veces me pregunto qué habría pasado si me hubieses dado un poco de lo que te di yo a ti. Y no es por quejarme, pero en algunos momentos hubiera bastado un simple “gracias”, ¿sabes? Aunque debo decir que con mi modo de actuar contigo no buscaba nada a cambio, tu egoísmo terminó por cansarme (y no sólo a mí). Y sabes que para ciertos temas tengo mucha paciencia.

De todo lo que hice en aquellos tiempos en relación a ti utilizaré a Los Limones: tan sólo me arrepiento de haber sido lento en el momento de echar a correr.

Sí, a veces, muy pocas, me acuerdo de ti, solamente cuando escucho por casualidad alguna canción de ese grupo que te gusta tanto y que desterré de mi discoteca. Y ninguno de los recuerdos que me vienen a la mente son buenos.

lunes, 7 de enero de 2013

Cinco años después

Estábamos de pie, en la cocina tomando un café. Acababa de terminar de meter todo el equipaje que podía llevar en el coche y se aproximaba la hora de emprender el viaje. Hablábamos de la noche anterior, del final de mi maldito 2007 y el inicio del 2008. Entonces le dije que mi vida iba a cambiar poco, que mis visitas iban a ser tan contínuas como hasta ese momento, que una o dos veces al mes me iban a tener que aguantar...

Le dio un sorbo al café y me miró y me dijo que eso era lo que yo pensaba y decía en ese momento. Que al principio sí que sería así, pero que con el tiempo las visitas se espaciarían, una al mes, luego cada mes y medio. Y que al final serían visitas puntuales y cuando fuera estrictamente necesario. Contesté que no, que eso era imposible.

Me acompañó hasta el coche, nos despedimos y me fui.

Cinco años después he de reconocer que, como la mayoría de las veces, Ana tenía razón.