martes, 13 de diciembre de 2011

Vacaciones. Capítulo II: Rutas de montaña y visitas a Madrid

Martes en Cáceres. Lluvia, frío, la verdad no apetece mucho salir de casa. Es mejor aprovechar el día para descansar. Y es que la última semana ha sido bastante intensa.

Os dejaba el martes pasado en Arenas, anunciando para el miércoles una ruta de senderismo con mi cuñado. Salimos pronto de casa, con frío intenso y nubosidad, bien abrigados y preparados. Nos reunimos con Iñaki y Piri y nos trasladamos en coche hacia el inicio de la ruta. Partimos de 1350 metros de altitud y tras algo más de 6 kilómetros llegamos a la cima de "La peñita de Arenas", a 2000 metros. A esa altura, el clima había cambiado, hacía sol, una temperatura muy agradable y nos encontrábamos por encima de lo que parecía un mar de nubes. Nos pasamos bastante rato allí, comiendo, hablando de diversos temas y mirando el paisaje, pues aunque las nubes no dejaban ver el valle del Tiétar, la vista de la otra vertiente de la montaña estaba despejada.

La bajada fue otro cantar. En vez de hacer lo fácil, que sería desandar lo andado, bajamos por la ladera de la montaña, más rápido, más corto y más difícil. Y sí, como algunos ya sabéis que a veces soy un poco torpe, os podéis imaginar que algún tropezón y caída hubo, aunque nada grave. Llegada al coche, vuelta a Arenas y aún me fui a dar un paseo con Rebeca.

Sí, el jueves estaba hecho mierda, agujetas, rozaduras, lo de siempre. No hago casi nada de ejercicio y cuando me pongo lo hago a lo animal. Así que poco hice, aparte de disfrutar de la simpatía de mi niña.

Viernes: corte de pelo, una pequeña gestión y a la una a coger el autobús destino Madrid. Sí, en autobús, calculando el gasto en gasoil y que el viaje no es muy largo decidí utilizar el autobus por primera vez en años. Llegada a Madrid, coger el Metro, un trasbordo, salir a la calle, nubes y fresquito, acercarme a casa de Eneko y Garru y, al doblar la esquina encontrarme al primero de ellos. Ni llegar a casa, vuelta sobre mis pasos, maleta incluída, a tomar una caña y esperara a Garru, visita a centro comercial, kebab, recogida de las entradas de Bruce y Marea, compras y a casa para ir reparando la primera salida del fin de semana.

Metro, paseo por Chueca, cena en un mexicano, búsqueda de cajero, pasar al segundo nivel (cacharros), esperar la llegada de Susana y ver el concierto de Pablo Valdés, un cantautor asturiano que nos ofreció un concierto "íntimo" y muy divertido. Terminado el concierto y ya acompañados por Diana nos dirigimos hacia otro local, el "Caravan" al que llegamos cuando terminaba un concierto. Buena música, alguna copa más y hacia casa, que muy tarde no era, pero...

Sábado, día de clásico de fútbol. Mañana tranquila, tirados en el sofá, comida y cada uno a lo suyo. Lo mío fue visitar la casa de Susana, pasar una tarde agradable con ella, llamar a Maud sin que hubiera respuesta (lo nuestro es imposible, cari), y ver el Madrid- Barça a ratos, esperando la hora del segundo concierto del fin de semana, The Crazy Mirrors (http://www.myspace.com/thecrazymirrors) , el grupo en el que toca la batería el primo Luis. Reenuentro después de mucho tiempo con él, Marta y Patricia (la última vez que la vi era una cría que me mareaba para jugar a las palas, ahora es un nteresante proyecto de periodista). Del concierto solamente un par de cosas. Aunque no es mi estilo tienen alguna canción interesante. La segunda es que me sorprendió mucho lo bien que sonaban, hasta el punto de quedarme sin palabras cuando me comentaron que era su primer concierto. Tras un rato de charla con la familia vuelta a casa para esperar el domingo, el único día que, sobre el papel, estaba más o menos planeado...

Pero la mayoría de las veces los planes no salen como piensas. Garru ya había dicho que prefería quedarse, Eneko llega tarde, a Susi no le apetece salir, llamamos a Edgar, que está malo... Al final solamente aparece Salvi y a Eneko se le ocurre una de esas ideas que hacen que los planes se cambien y resulten siendo aún mejores que lo planeado en principio. Con solo una llamada conseguimos entradas para el Estudiantes_ Real Madrid y como hay tiempo de sobra paseamos por Madrid tomando cañas, hablando y llamando a Chencho en plena Plaza Mayor. Entre todo s incluso nos dio tiempo a ver un poco del Marino- Castilla por Marca TV en un bar en el que un camarero rumano muy majo nos lo puso. Incluso Eneko tuvo su momento "No hay Huevos" cuando vio la pista de hielo instalada a pocos metros del Palacio de los Deportes. Ni que decir tiene que es un gran patinador, jajaja. Ya con las entradas en la mano, conversamos con algunos de la Demencia y vimos el partido en medio de todo el mogollón demente. Partidazo, emoción y victoria del Estu. De ahí a casa, cenar, ver la final de Pekin Express con Garru (había una sevillana muy de mi tipo) y a dormir.

Ayer vuelta a Arenas en autobús, comer, jugar un rato con Rebeca y arrancar hacia Cáceres. Y la intensidad de la semana me derrotó... Esta semana seguro que es más tranquila

Creo que no me olvido de nada. Simplemente quiero dar las gracias a todas esas personas que hicieron que mi fin de semana en Madrid fuera inolvidable. Eneko, lo de los baños ya lo había comentado la otra vez, jeje

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