Extraños sueños

Mujeres a las que amé y otras a las que no. Enemigos íntimos. Lugares desconocidos con nombres conocidos. Amigos que vivían en esos lugares. Una extraña gasolinera en la que vendían de todo menos combustible. Un bar en el que era obligatorio fumar. Balones de fútbol firmados por jugadores famosos que explotan como globos en cuanto los coges. Un mafioso rumano muy peculiar y un lugarteniente tinetense igual de peculiar que prefieren acabar con los problemas debatiendo en lugar de golpeando. Un anuncio de boda más que sorprendente. Canciones de Sabina en la voz de alguien que odia a Sabina.

Extraños sueños en una noche extraña, despertar en medio de la noche y tardar en dormirse porque le das vueltas a las tonterías que acabas de soñar.

Por fortuna y para no complicar más esos sueños no estabas tú.

Vacaciones. Capítulo 3: Dos semanas muy diferentes

Dos semanas de vacaciones ya. Y han sido dos semanas muy diferentes entre sí. Si la primera fue una semana llena de actividad, viajes, salidas, conciertos y compañía de amigos, la segunda ha sido muy tranquila.

Sí, tras tanto viaje y el fantástico fin de semana en Madrid, esta semana ha sido de compras propias, compras navideñas y largos paseos por Cáceres con un clima cambiante pero e el que predominaba el frío. Tiempo para pasear, descansar y pensar en mis cosas, tal vez demasiado. Y es que vuelvo a comerme la cabeza por lo que al final pueden ser tonterías.

Domingo soleado y frío, sobre todo en las zonas de sombra. Si estuviera en Sanci estaría viendo algún partido, pero aquí es mejor dar un paseo y perderse por las callejuelas del casco antiguo bien abrigado, un café o un chocolate y volver a casa buscando algún libro entre los puestos del paseo de Cánovas.

Aún falta bastante para volver al trabajo y supongo que las dos próximas semanas serán una mezcla entre las dos que han pasado ya, mezclando animación y tranquilidad. Por un lado espero con ganas las fechas que tengo señaladas en rojo en mi calendario, por otro quiero que tarden en llegar para que me de la sensación de que las vacaciones son más largas... Tengo ganas de que llegue el día del cumpleaños de Rebeca, la nochebuena, la navidad, de ir a Madrid el 29 y tratar de ver a Maud por fin después de unos cuantos años, de que llegue el 30 y ver a Marea con Eneko, regresar al norte el 31, la cena del día 3... Y el día 4 querré dar marcha atrás al tiempo y volver al día de hoy o a la semana pasada.

Miro por la ventana y veo un cielo totalmente azul. Ya es la hora de abrigarse y salir a estirar las piernas. Y de pensar. Incluso es posible que piense en ti.

Enamorarse...

Lo reconozco: soy muy enamoradizo. Me enamoro muchas veces a lo largo del año. Puedo enamorarme de una película, de una canción, de un libro, de un edificio, de una mirada, de una sonrisa... 

Sin ir más lejos, en las últimas dos semanas me he enamorado de una ciudad, de un atardecer, de una escultura, de una camisa (lamentablemente no había mi talla), de un paisaje. Y he recordado otros amores que ya tenía, como la mirada y la sonrisa de mi sobrina.

Lo peor (o mejor, según como lo mire) es que creo que me estoy enamorando de ti...

Vacaciones. Capítulo II: Rutas de montaña y visitas a Madrid

Martes en Cáceres. Lluvia, frío, la verdad no apetece mucho salir de casa. Es mejor aprovechar el día para descansar. Y es que la última semana ha sido bastante intensa.

Os dejaba el martes pasado en Arenas, anunciando para el miércoles una ruta de senderismo con mi cuñado. Salimos pronto de casa, con frío intenso y nubosidad, bien abrigados y preparados. Nos reunimos con Iñaki y Piri y nos trasladamos en coche hacia el inicio de la ruta. Partimos de 1350 metros de altitud y tras algo más de 6 kilómetros llegamos a la cima de "La peñita de Arenas", a 2000 metros. A esa altura, el clima había cambiado, hacía sol, una temperatura muy agradable y nos encontrábamos por encima de lo que parecía un mar de nubes. Nos pasamos bastante rato allí, comiendo, hablando de diversos temas y mirando el paisaje, pues aunque las nubes no dejaban ver el valle del Tiétar, la vista de la otra vertiente de la montaña estaba despejada.

La bajada fue otro cantar. En vez de hacer lo fácil, que sería desandar lo andado, bajamos por la ladera de la montaña, más rápido, más corto y más difícil. Y sí, como algunos ya sabéis que a veces soy un poco torpe, os podéis imaginar que algún tropezón y caída hubo, aunque nada grave. Llegada al coche, vuelta a Arenas y aún me fui a dar un paseo con Rebeca.

Sí, el jueves estaba hecho mierda, agujetas, rozaduras, lo de siempre. No hago casi nada de ejercicio y cuando me pongo lo hago a lo animal. Así que poco hice, aparte de disfrutar de la simpatía de mi niña.

Viernes: corte de pelo, una pequeña gestión y a la una a coger el autobús destino Madrid. Sí, en autobús, calculando el gasto en gasoil y que el viaje no es muy largo decidí utilizar el autobus por primera vez en años. Llegada a Madrid, coger el Metro, un trasbordo, salir a la calle, nubes y fresquito, acercarme a casa de Eneko y Garru y, al doblar la esquina encontrarme al primero de ellos. Ni llegar a casa, vuelta sobre mis pasos, maleta incluída, a tomar una caña y esperara a Garru, visita a centro comercial, kebab, recogida de las entradas de Bruce y Marea, compras y a casa para ir reparando la primera salida del fin de semana.

Metro, paseo por Chueca, cena en un mexicano, búsqueda de cajero, pasar al segundo nivel (cacharros), esperar la llegada de Susana y ver el concierto de Pablo Valdés, un cantautor asturiano que nos ofreció un concierto "íntimo" y muy divertido. Terminado el concierto y ya acompañados por Diana nos dirigimos hacia otro local, el "Caravan" al que llegamos cuando terminaba un concierto. Buena música, alguna copa más y hacia casa, que muy tarde no era, pero...

Sábado, día de clásico de fútbol. Mañana tranquila, tirados en el sofá, comida y cada uno a lo suyo. Lo mío fue visitar la casa de Susana, pasar una tarde agradable con ella, llamar a Maud sin que hubiera respuesta (lo nuestro es imposible, cari), y ver el Madrid- Barça a ratos, esperando la hora del segundo concierto del fin de semana, The Crazy Mirrors (http://www.myspace.com/thecrazymirrors) , el grupo en el que toca la batería el primo Luis. Reenuentro después de mucho tiempo con él, Marta y Patricia (la última vez que la vi era una cría que me mareaba para jugar a las palas, ahora es un nteresante proyecto de periodista). Del concierto solamente un par de cosas. Aunque no es mi estilo tienen alguna canción interesante. La segunda es que me sorprendió mucho lo bien que sonaban, hasta el punto de quedarme sin palabras cuando me comentaron que era su primer concierto. Tras un rato de charla con la familia vuelta a casa para esperar el domingo, el único día que, sobre el papel, estaba más o menos planeado...

Pero la mayoría de las veces los planes no salen como piensas. Garru ya había dicho que prefería quedarse, Eneko llega tarde, a Susi no le apetece salir, llamamos a Edgar, que está malo... Al final solamente aparece Salvi y a Eneko se le ocurre una de esas ideas que hacen que los planes se cambien y resulten siendo aún mejores que lo planeado en principio. Con solo una llamada conseguimos entradas para el Estudiantes_ Real Madrid y como hay tiempo de sobra paseamos por Madrid tomando cañas, hablando y llamando a Chencho en plena Plaza Mayor. Entre todo s incluso nos dio tiempo a ver un poco del Marino- Castilla por Marca TV en un bar en el que un camarero rumano muy majo nos lo puso. Incluso Eneko tuvo su momento "No hay Huevos" cuando vio la pista de hielo instalada a pocos metros del Palacio de los Deportes. Ni que decir tiene que es un gran patinador, jajaja. Ya con las entradas en la mano, conversamos con algunos de la Demencia y vimos el partido en medio de todo el mogollón demente. Partidazo, emoción y victoria del Estu. De ahí a casa, cenar, ver la final de Pekin Express con Garru (había una sevillana muy de mi tipo) y a dormir.

Ayer vuelta a Arenas en autobús, comer, jugar un rato con Rebeca y arrancar hacia Cáceres. Y la intensidad de la semana me derrotó... Esta semana seguro que es más tranquila

Creo que no me olvido de nada. Simplemente quiero dar las gracias a todas esas personas que hicieron que mi fin de semana en Madrid fuera inolvidable. Eneko, lo de los baños ya lo había comentado la otra vez, jeje

Vacaciones Capítulo I: El comienzo

Buen comienzo de vacaciones. Tras un sábado recogiendo y haciendo maletas con el miedo de olvidarme algo, el domingo por la mañana emprendí viaje a Cáceres. Un viaje tranquilo en el que hubo bastantes cambios de clima. Algo de lluvia durante el recorrido por Galicia, niebla intensa entre La Bañeza y Benavente, nublado hasta Salamanca y sol espléndido de ahí hasta el 1º destino: Talaván.

En la primera etapa fui acompañado por el sonido de Onda Cero y una nueva demostración de la cobardía de la "periodista" Isabel Gemio, tan crítica a veces con unos colectivos y tan asquerosamente cobarde con los "poderosos", en este caso con todo lo relacionado con la Casa Real en general y, en el caso del domingo, con los chanchullos de Urdangarín. Seguí con Marea hasta Ponferrada (1º pit stop, un cafetín y vuelta a la autovía) y de ahí hasta Tordesillas con Springsteen. Tras la 2ª parada en Aldeanueva de Figueroa fui escuchando en Cope el Atleti- Rayo y enterándome del Castilla- Oviedo. El 1-3 fue la 1ª alegría futbolística del día.

Sobre las 3 llegué a Talaván, dónde me esperaban mi madre y mi tía para comer. Una buena paella, sobremesa con tenis y al caer la tarde vuelta al coche para la última etapa, la llegada a Cáceres. Paseo nocturno por la ciudad para estirar las piernas, enterarme de la victoria del Marino (2ª alegría futbolística) y pronto a descansar.

El lunes desperté con un sol espléndido que se colaba por la ventana. Nuevo paseo hasta la Plaza Mayor, a ver la exposición de Rodin en conmemoración del 25 aniversario del nombramiento de la ciudad como Patrimonio de la Humanidad. Sacar fotos a "El Pensador" y "Los burgueses de Calais", comer, ir a recoger a Sara a la estación, ir de compras y de noche echar unas risas gracias a lo videos que colgó Fredo...

Hoy amaneció con la misma tónica, hacer rápido la maleta, dejar a Sara en Talaván y arrancar hacia Arenas. Poco más que decir, desde las dos de la tarde lo único que hago es limpiarme la baba que se me cae viendo a Rebeca. No es porque sea mi sobrina, pero es la niña más guapa y graciosa del mundo.

Y mañana temprano nos vamos de ruta de montaña. A ver si en medio de la naturaleza dejo los últimos restos del resfriado que arrastro.

La hora del desembarco en Madrid se acerca. Iros preparando...

Ultimando detalles

Haciendo los últimos encargos. Recogiendo y organizando la casa para dejarlo todo listo para cuando lleguen los albañiles. Haciendo una pequeña lista para meter las cosas en la maleta. Sacando de los armarios lo que tengo que llevar aparte de lo mío. Llamar a mi madre para recibir las últimas órdenes (ya se sabe, los solteros independientes no mandan ni en su propia casa). Querer dejar todo lo gordo preparado antes de las 6 para ver tranquilamente el Sporting - Real Madrid sentadito en el sofá con unas patatitas y lo que queda de la botella de Sprite. Acabar con todo después del partido. Ir pronto para la cama, descansar bien y mañana bien temprano partir rumbo a Cáceres...

Tener la extraña sensación de que por mucho que haga y piense se me va a olvidar algo...

Vacaciones

Pues se acabó la semana laboral. Tras una larga espera hoy ha sido el último día de trabajo del año, a partir de ahora a disfrutar mis merecidas vacaciones hasta que me reincorpore el 10 de enero. Diferentes planes a partir de ahora, lo primero unos días a Cáceres, otros a casa de mi hermana y el fin de semana que viene a Madrid a disfrutar del fin de semana con amigos. A ver si esta vez se cumple lo que dejé pendiente cuando fui en mayo y es que en dos días no se puede hacer tanto como quería hacer.

Luego no hay demasiados planes, aprovecharé para descansar hasta el cumpleaños de Rebeca y la Nochebuena y Navidad y tras ello llega la fecha clave del 30 de diciembre: concierto de MAREA en el Palacio de los Deportes de Madrid con Eneko, que el 31 me acompañará en el viaje hasta Luanco para pasar la Nochevieja. Parece que el 3 puede haber una pequeña reunión organizada por Leti y después de eso regresaré a Sanci con la reforma de la casa ya terminada y aprovecharé los últimos días para organizar un poco todo.

Pero lo primero que hay que hacer es terminar de curar el catarrazo que tengo y que ayer me dejó tirado en la cama después de currar, con 38 de fiebre y  el tener que levantarme a las 4 de la mañana para cambiarme de pijama y de cama, que no era plan de cambiar las sábanas a esa hora.

Y aunque falten 7 meses, gracias a Eneko ya tengo las entradas para los conciertos de Bruce en Donostia y Madrid. Kekín, yes un grande.