lunes, 11 de diciembre de 2017

Días diferentes.

Otro día a estas horas estaría llegando a casa, me pegaría una ducha, tomaría una cerveza o una infusión y me pondría a leer un poco con el sonido del televisor de fondo.

Hoy, en estos momento en los que está anocheciendo en Novelda, escribo mientras comparto sofá con Gray, Suyai, Kyra, Betsabé y Hachi, veo tumbados a Coby y Bella y escucho los gruñidos de Aco, Tristán y Dafne jugando como los cachorretes que son. Y a mis pies, en un transportín al calor del brasero, Zia Simpson, la pequeña que encontraron ayer en un contenedor y que en unos días se irá a su nuevo hogar. Todos juntitos esperando que llegue Noe.

Sí, mi vida en vacaciones es muy diferente...

miércoles, 21 de junio de 2017

¿Quién es el héroe?

Leo en la prensa y en redes sociales, escucho en la radio y veo en televisión que el sábado un toro mató a un héroe.

Hace dos meses un compañero de trabajo murió en accidente. Desde ayer otro está en estado crítico por quemaduras.

¿Héroe un tío que mata animales para divertir a una minoría? Para mí el héroe es el que se levanta todos los días por la mañana y arriesga su vida en malas condiciones por cuatro perras mientras ve cómo le recortan derechos. Y a veces no vuelve a casa. Y en ese caso es noticia un día en uno o dos periódicos locales y después pasa a ser una estadística.

Cierto sector de la sociedad me exige que lamente la muerte de un torero. No lo lamento. No me alegro. Si por mí fuera, el sábado en Aire-sur-l'Adour no hubiesen muerto ni un torero ni 6 toros. Los culpables de esas muertes son los que apoyan y acuden a ese tipo de espectáculos. Son muertes totalmente evitables.

Que un compañero mío esté en estado crítico en un hospital por un accidente laboral me afecta y sí lo lamento. Como si le pasa a cualquier empleado que se gana la vida dignamente.

J.M.está muerto porque le atropelló un puente grúa que no tenía que estar funcionando.  M. está en la Unidad de Quemados porque hubo un fallo. Ninguno de los dos se dedicaban a matar seres vivos. Por eso en este país no son más que media columna en La Voz.