Mitad de la semana laboral. Frío, lluvia, viento. Parece que el mal tiempo ha llegado para quedarse. Los días cada vez son más cortos, amanece más tarde y anochece sin darte cuenta. Y a partir del fin de semana, con el cambio de hora, la noche llegará aún más pronto.
De casa al trabajo y del trabajo a casa, saliendo sólo lo imprescindible. Hacer alguna cosa por casa y ponerse cómodo. Pijama. La bata de cuadros, esa de la que Aitana se ríe y denomina "de güelo", no volverá al armario hasta bien entrado el 2012. Andar un poco con el portátil, poner la tele y ver alguna serie, una peli o fútbol. Ayer tocó el principio de la 8ª temporada de House, hoy toca el baño que, de momento, le está dando el Madrid al Villarreal. Mañana ya se verá, decidiré sobre la marcha. Y el viernes, con el inicio del fin de semana y más relajado empezaré a ver las últimas recomendaciones de amigos como Diego D. o Eneko. Documentales y debates políticos respectivamente. Salir no, que luego por culpa de la pandereteira del 3º me despertaré de mala hostia y con resaca...
Y el sábado, si nada lo impide me iré hasta Ribadeo a ver a un viejo amigo que participa en un recital poético y musical que se celebra allí. Hace tiempo que no veo a Fueyo y esa ocasión es una forma diferente y poco habitual para mí de pasar la tarde. Así que si a alguien le apetece acompañarme que me avise.
Mañana es jueves. Ya he dicho alguna vez que es el día de la semana que peor llevo. Entre que llevas acumulado el cansancio de toda la semana y ves tan cercano el descanso se me hace muy largo el día. Y además anuncian que el tiempo va a ir a peor. Esperemos que no se vaya la luz, que ya se sabe que aquí con cuatro gotas y un par de ráfagas de viento se caen las torretas. Sí, en pleno siglo XXI hay veces que parece que te encuentres en mitad del XX.
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