lunes, 13 de junio de 2011

Barbacoas y rutas por el monte

No vuelvo a decir eso de "voy a utilizar el fin de semana para descansar" porque últimamente cuando lo digo hago todo lo contrario y llego agotado al domingo por la noche, arrastrando el cansancio a lo largo de toda la semana laboral. Pero no nos vamos a quejar, porque a pesar del cansancio ha sido un fin de semana muy bueno.
El sábado por la mañana salí hacia Luanco. Hacía buen día y el viaje se me hizo corto. Tomar algo al solín en el muelle, comer y quedar con Jordi, al que hacía tiempo que no veía. Fue una agradable conversación de más de 3 horas en la que hablamos de todo. Espero que se repita pronto. Y sin perder un segundo, hacia el D'ana a buscar a Diego y Viks para acercarnos a casa de Leo de barbacoa. Sidra, chorizos, costillas y ambiente agradable, como siempre en las barbacoas que organiza don Leonardo. Y en contra de lo habitual, a las 3 en la cama, que al día siguiente había organizada una excursión a los Lagos de Saliencia.

Dormir poco y mal, levantarse y mirar por la ventana que estaba lloviendo me desanimó un poco y pensando un poco en negativo me acerqué al parque, lugar en el que habíamos quedado. Allí estaban ya Dani, Vane y Anna, poco después llegaron Vero y Fredo con Carla, organizamos los maleteros, llamamos a Carlos (que no dio señales de vida) y arrancamos hacia el concejo de Somiedo (aunque había lugares por el camino que parecía más bien el concejo de Mordor). Llegar, aparcar y caminar. Comer sentados en un prao, subir, bajar, hablar, fotos, subir, bajar, más de uno haciendo la cabra por el monte, asesinar arañas y muchas cosas más. Un día agotador en el que, aunque empezó lloviendo en Luanco, aguantó bastante bien en Saliencia hasta casi el final, que nos cayó una buena encima. Al final vuelta a Luanco con una buena ración de agotamiento físico, muchas risas con amigos y sobre todo con la pequeña Carla, que se portó como una campeona con la edad que tiene. Y además es un encanto.

Y ya en Luanco, despedida rápida y cambio de coche, viaje a Sanci escuchando el fútbol y la Fórmula 1 y llegada a casa, cena y pronto a la cama, que era lo que pedía el cuerpo.

Hoy vuelta a la rutina, con cansancio físico pero con buena cara gracias al buen fin de semana vivido. Habrá que repetir uno parecido pronto

1 comentario:

Juanjo Sánchez dijo...

Parrillada y Somiedo, qué envidia!!!!