lunes, 14 de febrero de 2011

De rutinas, Lara y disgustos futboleros

Rutina. De nuevo lunes, de casa al trabajo y del trabajo a casa. Y hoy ni salir a dar un paseo, demasiado frío y lluvia que no cesa. Un poco de bici estática, encender el portátil, contestar un par de mensajes y escribir algo, aunque hoy no tengo demasiada imaginación y ninguna de las ideas que quiero desarrollar salen de un punto muerto. Al final va a ser verdad que para escribir tengo que ser provocado de alguna manera y dejar salir el odio y el resentimiento que tengo acumulado durante mucho tiempo hacia ciertas personas. En ese aspecto este blog (y los ánimos y comentarios de algunos de vosotros) me está sirviendo como terapia.

El fin de semana fue tranquilo, ir al supermercado a llenar la despensa, limpiar y recoger un poco la casa y ratos de lectura y deporte por la tele. Salir a tomar algo y ver el Sporting- Barça (un muy buen Sporting, aunque a algún sportinguista le joda que opine simplemente por ser un reconocido oviedista), conversación y puesta al día con Vanessa. Tras la cena, vuelta a los bares a tomar algo más, reencuentro con la gran Katita (tenemos que seguir hablando), un par de copas y sobre las 4 de la mañana a casa.

¿A quién se le ocurre llegar y, en vez de ir directo a la cama, encender el ordenador? Suele pasar que te encuentres con alguien y comiences una conversación con un compañero del colegio al que hace por lo menos 20 años que no ves, nos contemos nuestras vidas y compartas esos recuerdos que tienes guardados desde hace mucho tiempo. Mientras tanto, otro insomne se dedica a subir vídeos de canciones con nombre de mujer al Facebook y pone el tema clave para que a las 6 de la mañana te entren ganas de buscar en tu archivo una película que dura 3 horas y te la veas entera.

Lara… Cada vez que conozco a alguien que se llama así o escucho ese nombre pienso inevitablemente en Julie Christie y me vuelvo a enamorar de ella. Como alguno ya ha podido deducir, me tragué enterita la maravillosa historia del triángulo amoroso entre Yuri Zhivago, Tonya Gromeko y Lara Antipova en el marco histórico de la Rusia zarista y revolucionaria. Basada en la novela de Boris Pasternak (que empezaré a leer cuando acabe con Nick Hornby, que últimamente estoy un poco vago con la lectura), Doctor Zhivago es una maravillosa película, con unos espléndidos actores, unas localizaciones espectaculares y una de las mejores bandas sonoras de la historia del cine. No os contaré nada más, simplemente si no la habéis visto estáis tardando en hacerlo.

Así que si te vas a la cama el domingo sobre las 10 de la mañana, lo normal es que te pases el día durmiendo hasta muy tarde, interrumpiendo el sueño por la llamada de mi “querida” Mari Puri y para comer algo, para seguir durmiendo un rato más. Levantarse, tirarse en el sofá a ver un poco el basket y el fútbol, enterarse  que mi Marinín ganó otro fin de semana y que el Real Oviedo me vuelve a dar el enésimo disgusto perdiendo con el filial del eterno rival. Ya no merece la pena ni enfadarse.

Lunes otra vez. Esperemos que la semana sea tranquila y que el sábado, en esa celebración de Jonatan y Jeisson lo pasemos estupendamente, sobre todo ellos. Sed muy felices, es lo que todos deseamos.

Saludos a todos.

1 comentario:

Marmalva dijo...

De rutinas ando yo también, pero con mis hijos,...de la cuna para la cama,...me despierto pensando ¿no será hora yá?,...agacho la cabeza y a los cinco minutos suena el maldito despertador,...en fin, otro día más, me ducho y bajo al garaje para recorrer 26 km. y aguantar la puñetera caravana de 2 kilometros de todos los días en Escombreras,...y vuelta a aguantar sandeces y más tonterias, como si en vez de estar en la oficina, me sentara al lado del quiosco de <san Ciprián para oir a las viejas, con cariño, del pueblo que siguen y siguen hablando de lo mismo todos los días,....aquí una excepción,...el tema de actualidad,...¿cuanto aguantaremos en la obra?..¿nos tocará a alguno este viernes?....al final de la jornada coger el coche, otra pequeña retención, un pitillo por el camino y llegar a casa para jugar con mis torbellinos (y yo muerto de ganas de dormir, todo hay que decirlo, ¿no?) pero ...¿ni tengo palabras ni se me ocurriría nunca jamás negarle los juegos conmigo a mis hijos¡¡¡¡... esa es mi rutina, bendita rutina, maravillosa rutina,...llagar a casa y esperar a que tu hijo venga a abrazarte y tu hija llorando porque no sabe andar todavía y ya me ha oido y quiere que la abraze. Ya está¡¡¡ ya no tengo pena de nada¡¡¡¡BENDITA RUTINA, CORRAL, TE QUIERO¡¡¡¡¡