jueves, 19 de mayo de 2011

La revolución continúa

Y la revolución sigue. Ya no se trata solamente de la Puerta del Sol. Cientos de plazas de toda España están tomadas por gente que muestra su hartazgo por la situación del país. Y cada hora serán más. Y las demandas de la gente se extienden ya por Europa y América…

Oigo hablar a los políticos, sin excepción, los culpables de toda la situación, y cada vez me doy más cuenta de que deben vivir en una realidad paralela y no se enteran de nada. Escuchar a Pepiño Blanco decir "Comprendo y comparto que haya ciudadanos indignados por al crisis pero no pueden tener una actitud pasiva porque los que defendemos la justicia social somos los que damos una mejor respuesta” o a la “señora” Aguirre con su “"No soy adivina pero cualquiera con dos dedos de frente puede comprobar que esto va a ir in crescendo ¿Por qué están en Sol, por qué no en Moncloa?" y su "¿Que hay un intento de manipulación por parte de organizaciones de izquierda? Sin ninguna duda. No hay más que mirar los firmantes" son un claro ejemplo de ello, el primero aprovechando la ocasión para pedir el voto al PSOE y la segunda para echarle la culpa a los demás sin aportar ningún atisbo de solución, cosa por otra parte habitual en el PP. Y Cayo Lara, que dice sin rubor que una parte "esencial" de las reivindicaciones de este movimiento las venía denunciando "históricamente" Izquierda Unida. Si no recuerdo mal, IU en los últimos años se ha caracterizado por ponerle el culo a esos que critica ahora, hacer pactos con ellos para conseguir un carguen y romper sospechosamente dichos pactos cuando se aproximan elecciones.

¿Y qué decir de los sindicalistas? Cándido Méndez opina que las manifestaciones y concentraciones que se suceden desde el pasado 15 de mayo son "lógicas" y "previsibles", al tiempo que ha confiado en que "más tarde o más temprano" se acaben solidificando y produciendo un "proceso de convergencia" con las reivindicaciones de los sindicatos. Sí hombre, convergencia. Tú, que siempre converges con el gobierno de turno y los empresarios y negocias con ellos mientras los que trabajamos de verdad (no como tú) vamos perdiendo derechos a pasos agigantados. Tú, que estás de invitado permanente en el palco del Bernabéu, ese nido de buitres en el que se va a todo menos a ver el fútbol. Qué lejos estás de aquellos sindicalistas de finales del franquismo y principios de la democracia, que pisaron las cárceles por defender sus ideas y a los trabajadores.

De los medios de manipulación masiva (prensa, radio y televisión) salvo contadas excepciones tampoco hay mucho que comentar. Siguen siendo la voz de su amo, sea derecha o izquierda y no se les va a ocurrir morder la mano que les da de comer. Aparte de no hacerse eco de la magnitud del fenómeno y dar más tiempo a los presuntos delitos sexuales de Strauss-Kahn y a la situación en Libia que a lo que realmente importa al ciudadano, ha llegado a llamar “antisistema”, “vagos”, “terroristas” y otra lindezas por el estilo a los concentrados así como han mentido sistemáticamente obviando las imágenes de las acampadas y disminuyendo el número de congregados en ellas. Es muy triste tener que ver imágenes en directo de la concentración “prohibida” de ayer miércoles por Intereconomía porque ningún canal más de los que veo en casa las daba. Triste también es que haya que quitarle el sonido a dicho canal para que no te sangren los oídos. Y lo más triste de todo es que ese canal tenga licencia (dada por políticos) para emitir.

Y oigo hablar a la gente que está en este mundo porque tiene que haber de todo y que, después de informarse de la situación por los medios que antes he dicho repite como un loro todo lo que ha oído sin pararse a pensar que lo que dice suena absurdo y, lo que es más grave, te insulta cuando le rebates punto por punto “sus” ideas. Me dan bastante pena.

Dicho todo esto (como diría otro de esos culpables, el vigoréxico Ánsar “Vaya coñazo que he soltao”) desde que llegué el martes de Madrid me paso las tardes buceando en Internet informándome sobre cómo va todo siempre desde medios independientes o mediante enlaces de amigos, viendo entrevistas a los portavoces de los concentrados, que cada hora que pasa me parecen más coherentes y hablando por teléfono con algún amigo que se va a Sol cada día después de trabajar. Me gustaría estar allí o en cualquier otra plaza tomada por los revolucionarios, pero lamentablemente mi situación geográfica y otras circunstancias me lo impiden. Este fin de semana sacaré tiempo de donde pueda para acercarme a la concentración que más cercana tenga. Hasta ese momento seguiré luchando con vosotros en espíritu.

Por último permitidme un consejo. El domingo ejerced vuestro derecho al voto libre y consecuentemente. Sé que si lo hacéis será un paso importante para que comience el final de la situación que padecemos en este país por culpa de la clase dirigente. Un paso para que a los que se les llena la boca diciendo que están para servir al ciudadano lo hagan en vez de servirse a sí mismos, un paso para que los ciudadanos les importen todos los días, no una vez cada cuatro años.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sin duda el movimiento del 15-M tiene mucho de emocionante y en muchos aspectos es esperanzador. Pero si bien tiene mucho de luces, no tiene menos de sombras.
Personalmente me hubiera hecho inmensamente feliz que el movimiento respetara escrupulosamente la Ley, el viernes a las 23:59 hubiera recogido el chiringuito, hubiera honrado nuestra democracia no violando la jornada de reflexión y hubieran regresado el 23 de mayo a seguir dando la batalla según las reglas del juego. En vez de hacer eso decidieron chiscarse en el Imperio de la Ley, la base de un Estado de Derecho. Personalmente un movimiento que decide cuando cumple la Ley y cuando no, me da bastante miedo. Hoy es una Sentencia del Tribunal Supremo, mañana puede ser el Código Penal, o la Constitución.
Más sombras proyecta que el responsable del cumplimiento de la Ley, nuestro Ministro de Interior, el mismo sobre el que pesa el sumario del Bar Faisán, el mismo que era responsable de Interior en la España de los GAL, decida dar cobijo a quienes se chiscan en la Ley y se niegue a hacerla cumplir. Un precedente peligrosísimo.
Sombras proyecta también tu comentario. Efectivamente Intereconomía es el único canal de televisión que mostraba a medianoche de ayer imágenes en directo de la Puerta del Sol. Y aún siendo así, cómo sus opiniones son diferentes de las tuyas, tú te lamentas de que les hayan dado una licencia para emitir. Como opinan de forma diferente, habría que acallarlos ¿verdad? Más allá de que sus opiniones sean discutibles, que seguramente lo son, lo que yo vi es a una masa de gente gritando lindezas como: "Vosotros periodistas, sois los terroristas", intimidando a quienes pretendían trabajar allí o incluso alguien que le ponía los cuernos por detrás a la periodista que estaba a pie de calle. ¿Esa es la libertad de expresión que defendéis?
Ojalá las luces brillen cada vez más y las sombras se diluyan.