Segunda noche mala

Segunda noche mala. Complicado coger una postura en la cama y cada vez que cojo el sueño despertarme cada vez que me movía. Dormir cuatro horas seguidas cuando el agotamiento logró vencer al dolor. Levantarse y ver por la ventana que el día soleado de ayer se ha convertido en un día de niebla y calles mojadas. Desayunar, hincharme de drogas legales que junto con el reposo hacen que el dolor de hombro se mitigue. Salir a dar una vuelta, que es lo poco que puedo hacer en estas condiciones. Encontrarse con Diego, corto paseo, café y buena charla. Tener una posible solución para el problema que puedo tener para ir a la boda de Juan y Martha de la semana que viene.

Seguir paseando, ahora en solitario, otro café y lectura de prensa. No llueve, pero la niebla impide ver el paisaje en todo su esplendor. Por lo menos la temperatura es agradable. Vuelta a casa.

Tres de la tarde, no tengo ni pizca de hambre, pero algo habrá que comer para no seguir metiéndome drogas con el estómago vacío. Preveo una tarde de tele o radio y lectura. Siesta no, me ocurrirá lo mismo que por la noche, será difícil coger la postura. Y de noche posiblemente tomar algo, cena y poco después para casa, que no estamos en condiciones de trasnochar. Supongo que echarán algún partido de Play Off de la NBA o alguna peli para intentar otra vez que el agotamiento venza al dolor y pueda dormir algo.

Aburrido, con sueño y pensando que preferiría estar trabajando en vez de en casa jodido.