viernes, 27 de abril de 2012

Lluvia sobre el cristal

Viernes. Sentado en el sofá leyendo escucho cómo la lluvia pega en la ventana. Solamente un día y medio de tregua...

El primer objetivo del fin de semana ya está cumplido. Nuevo look, o como dice Diego, "el mismo de siempre cuando te rapas al dos". La verdad, ya molestaba tanto pelo rebelde. Pienso que tengo que ir al supermercado ya, pero con la lluvia no apetece. Y tengo que hacerlo hoy porque mañana me voy a Gijón a ver a Marea, previo paso por Luanco. Casi tres meses sin pisar el pueblín, parece mentira lo abandonado que lo tengo. Me quedaré allí a dormir, o igual me da el siroco y me vuelvo a Sanci después del concierto, aunque con lo que me disgusta conducir de noche y menos todavía si llueve (que es probable) es una opción remota. Sí, me quedaré allí y haré por ver el Tenerife- Oviedo por la TPA. Creo en el equipo, aunque en mi fuero interno estoy esperando la enésima desilusión de los últimos años. Y no por esperadas las hostias duelen menos.

Tengo que escribir una entrada en el blog sobre el libro del Roxu, que se lo prometí a Burilo, pero lo dejaré para la próxima semana. Tengo que hablar con Chus, tengo que hablar con Bea, tenemos que tratar el tema de los horarios de mañana. Pero será después de autoconvencerme de levantar el culo del sillón e ir a hacer la compra...

Tengo que hablar contigo o por lo menos verte. Hace demasiado tiempo desde la última vez...

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