Fin de la primera semana laboral después de las vacaciones. Y ni rastro del tan comentado en los últimos tiempos síndrome postvacacional. Para mí que es un invento para que los psicólogos ganen dinero...
La vuelta a la rutina no sienta mal después de todo. Y aparte del trabajo toca el reorganizar la casa tras la obra del baño, reorganizar los armarios, colocando ropa y calzado nuevos y guardando lo viejo en cajas (a ver lo que hago con ello), recolocar las estanterías y tirar papeles y trastos que no sirven (me da la impresión que tengo que comprar otra estantería, los libros se acumulan por encima de otros muebles).
Hoy tarde ocupada. Llevar el coche a cambiar el aceite, un café, comprar un exprimidor (he decidido seguir los consejos de desayuno de Garru), ir al super para llenar la nevera y ahora llevo un rato en el sofá. No me apetece salir, hace demasiado frío y no creo que haya demasiada gente por ahí. Elegiré alguna peli o seguiré viendo la 5ª temporada de "Cómo conocí a vuestra madre". Así mañana puedo levantarme pronto, poner una lavadora, limpiar un poco y dar un paseo bien abrigadito, que supongo que el tiempo seguirá frío. Y luego a seguir descansando y leer lo último de John Grisham. Sí, ya sé que no pasará a la historia por su calidad literaria, pero sus libros me enganchan. Y algo tendrá vendiendo lo que vende.
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