Semanas duras, fines de semana intensos (de distintas maneras). Trabajo, cenas divertidas, buenos amigos, reencuentros, charlas interesantes. Sueño atrasado, cansancio acumulado que hace que reaparezca el indeseado y casi olvidado dolor en la rodilla junto a una ligera molestia en la espalda y un malestar estomacal extraño en mí.
Ese cansancio unido a que, tras unos días de sol y calor, hoy al mirar por la ventana el cielo se ve de un gris plomizo y a ratos la lluvia golpea los cristales, hace que esté un poco decaído y con pocas ganas de hacer algo.
Me parece que tal y como están las cosas lo mejor es echarse una larga siesta. Al despertar seguro que veré las cosas de otra manera. Aunque seguramente el cielo seguirá estando gris.
I miss you...
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