Más o menos 10 años. Ese es el tiempo que hace desde la primera vez que hablamos vía Messenger por mediación de una amiga común. Y ahí seguimos, aunque esa amiga haya desaparecido de nuestras vidas, aunque a veces vuele sobre nuestras cabezas.
10 años de historias, risas, confidencias, consejos, de compartir alegrías y tristezas. Podemos decir que sabemos bastante el uno del otro y, aunque en todo este tiempo transcurrido haya habido altibajos en la relación, sabemos que podemos contar el uno con el otro.
Los últimos meses hemos retomado esa amistad con fuerza, nos hemos contado nuestros problemas y nos hemos ayudado. Parece que hacemos un buen equipo, pues vamos resolviendo esas pruebas que nos pone la vida, ¿eh?
A veces pienso que tenemos una especie de telepatía, sobre todo en cuestiones musicales. ¿Cuántas veces nos ha pasado últimamente lo de subir un video a Facebook y decirnos uno u otro que estábamos pensando en esa canción, en ese grupo o que la habíamos escuchado en los últimos días después de mucho tiempo sin escucharla?
Podría seguir hablando, pero entre que hoy no me apetece mucho pensar y que si sigo escribiendo cosas buenas puede que te creas el centro del universo como alguien que conocemos, voy a dejarlo aquí.
Solamente hay un pero. Tendremos que sincronizar nuestras agendas y quedar de una vez, que 10 años después ya nos vale. Lástima aquel concierto de Springsteen en 2009. A ver si este 2011 lo hacemos posible. Acuérdate ese lechazo que me debes…
Y aunque sea con un día de retraso, espero que te guste este pequeño regalo de cumpleaños.
Sé feliz, te lo mereces.
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