viernes, 14 de noviembre de 2014

Resplandores y cafés malteses

Despertar con un mensaje de buenos días, un "ya es vierneees" y una foto de una chica sonriente y un café maltés. 




Recordar un verano, una playa, un amigo, un libro de Stephen King y aquella chica que tanto se parecía a mi amiga Elena pero no tenía ningún parentesco con ella.

Quince años después no sé qué habrá sido de Elena, pero aquella chica de la playa sigue aquí, dándome  los buenos días.

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