Vivía de la única forma que sabía. Apasionado, buscando la emoción, arriesgando, apostando por las causas y las personas perdidas, dejando jirones de piel y corazón en el camino. Unas veces ganaba, otras perdía, pero él seguía. Tras cada batalla curaba sus heridas y volvía con la misma intensidad e ilusión sonriendo al futuro...
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