Cuando quiero escribir sobre algo y llega alguien y dice lo que yo pienso (y alguna cosa más) muchísimo mejor que yo hay que compartirlo. Gracias Maud por dejarme copiar tus palabras en mi blog.
"Carta publicada POR MÍ en el Facebook del Partido Popular hace un minuto como respuesta a un post del Sr Rajoy.
ESPAÑISTÁN. Carta de una votante del PP que ya no lo será.
He tomado la mala costumbre de despertar cada día con las noticias y
acostarme con el facebook. Mala porque unos meses después puedo afirmar
sin parpadear que tengo una espantosa sobredosis de sufrimiento y
consciencia. Con lo bueno que era vivir en la ignorancia...
¿De
dónde eres?, me preguntan algunos clientes cuando ven mi tarjeta por
primera vez... y ahora me cuesta responder. Creo que soy extraterrestre.
No comulgo con nada. No entiendo ni me gusta la sociedad en la que
tengo que vivir, no me siento de mi propia especie y cuando me hablan de
ciertas cosas tengo ganas de repartir bofetadas.
¿De dónde
soy?... pues mi pasaporte español dice que soy de un país en el que
torturar animales no sólo no es delito ni espanta a la gente sino que es
fiesta con mayúscula (tradición, lo llaman, como si eso fuera sinónimo
de religión). Soy de un país en el que una orden de alejamiento tiene el
mismo valor que el recibo del tinte; donde muchos madrugamos,
trabajamos y aportamos para que otros muchos más vivan de nuestros
madrugones. Vivo en un país en el que matar a un animal no es delito,
señores. Así, Sin filtros. Da igual si lo matas en el infierno de un
matadero que en la matanza de esos pueblos de retrógrados que escuchan
chillar a un cerdo desangrándose y les produce risa. Da igual si matas a
patadas al perro de un vecino en la calle mientras el otro se deshace
en llanto y súplicas, que si un montón de repugnantes bestias cobardes
lo acosan y lancean hasta verlo morir (también muy divertido). Da igual
si es nuestro mismísimo Gobierno el que a golpe de decreto ordena matar
al compañero de un ser humano escudándose en absurdos sin argumento
científico cuando el origen del verdadero problema está en su popio
boli. Da igual. Porque esto es España y él sólo es un perro. No cuenta.
Mejor ir dando palos de ciego y sesgando vidas inocentes. Poner tiritas
en hemorragias siempre ha sido súper útil, claro que sí.
¡Ah!, Y
no te manifiestes en la puerta de esa casa en la que el decreto ha
puesto sus ojos porque además de tus impuestos pagarás 6000 euros de
multa (bueno... tengo la black card...). Mejor espera que juegue la
Roja, te plantas tu camiseta y tu bufanda, y a gritar, que eres español y
lo demás no existe.
¿Qué queréis que os diga?. Yo, habiendo
estudiado carrera y no de las fáciles, teniendo un trabajo más que digno
y un puesto que otros envidiarían, y hablando tres idiomas y habiendo
viajado más que mucho, no me considero tan poco preparada como para no
entender nada de lo que está pasando y sin embargo, no lo entiendo. Yo,
que tan indignada estaba con los indignados, que tanto he votado y
defendido la gestión del Partido Popular a pesar de no comulgar con
muchas de sus decisiones, hoy soy una indignada más. Sin rastas, con
traje, con pinta de pija, pero tal vez la peor. Yo, que tantas lanzas he
roto por una gran gestión económica de nuestro país, me doy cuenta de
que la economía no es lo único, y ya no creo en mi Gobierno. No creo en
ningún político de este país.
Estoy harta. Y estoy harta de estar
harta. Estoy rabiosa, cabreada, indignada y agotada. Estoy triste.
Mucho. Estoy cansada de tener que buscar algo de paz en meditaciones,
viajes o yéndome a dormir para no ver más cosas. Estoy avergonzada y
espantada de este país desastroso y de pandereta donde nada parece
funcionar porque por fin se ha roto la burbuja tapamierdas. Voy a
trabajar enfadada mientras cada mañana me cuentan en la radio qué nuevo
chorizo infame va a ocupar los informativos de hoy.
Pero el de
hoy ha quedado en la sombra, porque había algo más bochornoso que
escuchar: cómo echamos la culpa a una pobre enfermera de la espantosa
gestión de una bomba de relojería como es el ébola. ¡Claro que sí!. Ella
es la culpable de que se desoyeran las advertencias de los expertos y
se repatriase a dos infectados (y ojo que yo he defendido a capa y
espada que se hiciera por una mera cuestión de ética, pero siempre
pensando que nuestro Gobierno se habría cerciorado de que teníamos los
equipos y los medios necesarios, algo que ha quedado completa y
vergonzosamente descartado). Ella (Teresa) es culpable por no haber
advertido al médico y por tocarse la cara. Claro que sí. Pero esto no es
todo: hay más y peor: tenemos un centro de investigación animal a 40 km
de Madrid con aislamiento y nivel de seguridad p3 plus, y preferimos
asesinar a un animal inocente y seguramente sano antes de siquiera
hacerle pruebas o ponerlo en cuarentena. Desoyen las recomendaciones de
científicos internacionales, de profesionales de la veterinaria, de los
ciudadanos a los que representan y del mismísimo sentido común y del
respeto a la vida. Muerto. Sin más. Como un mueble molesto. "NO podemos
correr riesgos"... !!! ¿perdonen?. ¿Y los tremendos riesgos en los que
ustedes nos han hecho ya incurrir?. Supongo que nunca han compartido su
vida con un animal y por eso han cometido esta monstruosidad. Ese es el
problema de este país: la falta absoluta de respeto a otras formas de
vida que no son la humana. En otros muchos países presuntamente menos
desarrollados hay mucha más cultura y sensibilidad hacia el mundo animal
y el medio ambiente. Aquí nunca tendremos un Gandhi.
¿Se dan
cuenta de la imagen que proyectamos en el panorama internacional?.
Guantes de látex con cinta aislante, patucos con cinta americana,
ambulancias con cristales tapados con bolsas de basura y el asesinato de
un animal indefenso cerrando, para más inri, las puertas a la Ciencia
para profundizar y conocer una enfermedad hasta ahora incontrolable.
Paletos. Eso es lo que somos. Unos paletos.
Ahí fuera la gente mira su bandera y siente orgullo, y a mi me da tanta envidia...
No puedo más."