Escuché una voz que me
llamaba desde la calle. Me asomé y vi a Burilo y a Graciela. “¿Qué piso era,
que nunca me acuerdo?” dijo él. Respondí y picaron al telefonillo. Abrí la
puerta del portal y la de casa. Escuchaba a Gra decir “Ya te decía yo que era
ese” y a Buri riéndose. Entraron, él pasó hacia “su” habitación y ella me dio
dos besos. Ya en el salón él me tendió una bolsa de la FNAC y me dijo “Felicidaes,
este ye el mio regalo”. Ella le corrigió: “NUESTRO regalo”.
“No está envuelto porque no
dio tiempo”. Abrí la bolsa y saqué un libro. “Ye el del Roxu y ta n’asturiano,
sal en cazurro ahora con prólogo de Preciado, pero nun taba na FNAC”.
Literatura y fútbol unidos, me gusta.
Pues sí, la novela que
David Artime Coto “el Roxu” publicó hace un par de años y con el que logró el
Premio Narraciones Trabe. Se la había encargado a Buri cuando salió, como otras
tantas cosas de las que nunca se acuerda. Y es que el “hombre orquesta” siempre
se olvida de los encargos…
“La bufanda” es el título
del libro y describe la vida de un miembro de un grupo ultra del Sporting en
las últimas jornadas de una liga en la que el equipo lucha por evitar el
descenso.
David, mi “enemigo”
deportivo por su militancia sportinguista y candasa, contrapuesta a mi
marinismo y oviedismo, aunque buen compañero de conciertos y charlas, a lo
largo de su novela describe la vida de Piru, un miembro de un grupo ultra, sus
relaciones y enfrentamientos con miembros de su mismo grupo y con grupos ultras
de equipos rivales, e interrelaciona lo que es el centro de su vida, el
Sporting, con los demás aspectos de su vida: su familia, su pareja, sus amigos
de fuera del circulo futbolístico, su trabajo usando como nexo de muchas de
esas relaciones una bufanda tejida a mano que da nombre a la novela. Todo con un lenguaje
sencillo, claro y directo. En cada capítulo, aparte de hablar de estos temas,
describe un “enemigo” de su grupo: los que se apuntan al carro cuando el equipo
va bien, los ultras de otros equipos, la política, los antifútbol, la prensa,
la policía…
Especialmente emocionante para
mí es la parte en la que narra la relación del protagonista con su abuelo y cómo
éste le inculcó el amor por el fútbol y, sobre todo, por un equipo, unos
colores y lo que éstos representan para él.
A medida que avanza la obra
se nota cómo se va desengañando del grupo por diversas actitudes de los capos
del mismo que él no comparte, hasta el punto de pensar en alejarse de éste,
pero nunca de su equipo. También hay momentos cómicos, casi siempre
protagonizados por personajes como el Boroña, miembro del grupo con muy pocas
luces y por el Chino, un amigo de la infancia del protagonista.
Buena descripción psicológica
de los personajes que acompañan a Piru tanto en sus andanzas futboleras como en
los otros aspectos de su vida e historias entrelazadas que en un primer momento
no sabes a qué vienen, pero que acercándose al final del libro terminas
entendiendo. En resumen, un buen libro, totalmente recomendable para personas
que tengan interés en el fútbol que se juega fuera del césped y que puede ser
interesante para quien no le guste. Y, aunque no está escrita en mi lengua
materna es muy fácil de leer y entender, lo acabé en dos tardes. Y al que
quiera utilizar la excusa de que está en “bable” y no lo entiendo lo tenéis en
castellano.
Y como no va a ser todo
bueno, ahí van dos críticas:
1-
Roxu, supongo que ya te lo habrá dicho alguien y te
lo iba a decir en el Conciertu pola Oficialidá, pero te perdí de vista: “Años 80 “ es de Los Piratas, no de Los Planetas…
2-
No es culpa tuya sino mía y seguro que a alguien más
le ha pasado, pero al conocer al autor antes de leer el libro visualizaba al
protagonista con tu físico y tu cara.
Espero que os guste esta crítica.
Si no es así, la culpa se la echáis a Míguel Fernandi por meterme prisa. Roxu,
espero que leas esto y lo comentemos delante de una cervecita.